El Campus Sud se encuentra en una situación delicada debido al deterioro de los equipamientos y de la urbanística preexistente. Se encuentra poco definido el orden interno de la Zona Universitaria de Barcelona.
La propuesta que proyectamos es una revisión dentro del núcleo estudiantil. El ejercicio principal es la reestructuración de la linealidad paralela a la avenida Diagonal, provocando una reformulación del verde, el suelo y las infraestructuras adyacentes. El planeamiento del eje distribuidor es el motivo conductor de la obra. El urbanismo que proponemos se expande por el terreno reformulando los espacios intersticiales que comunican las distintas facultades. Estas extensiones inertes no tienen ningún valor. Gracias al enfoque que se plantea, se adaptan y revaloran siendo así áreas comunicantes.
El suelo del Campus Sud es un entorno inerte y rígido. La situación está provocada mayoritariamente por la gran presencia de aparcamientos de vehículos.
En primer lugar, se aleja el transporte privado del interior de la zona universitaria. Se conecta el campus mediante transporte público de baja densidad.
En segundo lugar, se reactiva el interior empleando el plan de la Rambla / Fira que acompaña a todo el eje longitudinal, el cual surge de la necesidad de un ámbito de sector terciario que se adapte a los horarios y el calendario de momentos de máxima aglomeración. Esta actividad aporta unos fondos extra a la organización del distrito. El sistema se basa en un alquiler de estancia en el tramo un tiempo determinado. Entonces, el pequeño empresario puede realizar su transcurso laboral.
Y por último, se aprovechan estos espacios vacíos, para generar zonas verdes y áreas de interacción. La actividad cotidiana del campus necesita de ambientes donde los estudiantes de las diferentes facultades puedan interaccionar entre ellos.
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